miércoles, 11 de julio de 2012

Un futuro ominoso

Hacía una eternidad que no escribía y, la verdad, me negaba que mi primer post en tanto tiempo tratase sobre la crisis, pero no se puede dar la espalda a un hecho como éste. Por otro lado, soy un humilde residente de Medicina Interna, mis conocimientos de macroeconomía y demás es limitado, sin embargo, creo saber ver cuando algo está mal, ya que aunque sanitario, aun poseo algo de sentido común, algo que se ha perdido en los últimos años.

Decir que estamos en periodo de recesión es bastante obvio, y formo parte de ese colectivo que nunca ha pedido un crédito que no se pudiese costear y que no utiliza la sanidad a no ser que sea extremadamente justificado, tras una larga carrera, como es medicina, más una especialidad que está en sus últimos años, observo con pavor como, mi presente laboral es incierto, por no hablar del futuro, el cual veo oscuro... oscurísimo.

Soy de los que piensan que todos debemos ajustarnos un poco el cinturón por la crisis, llamadlo solidaridad, yo lo llamo sentido común, y no os niego que me llena de ira tener que pagar las irresponsabilidades financieras de algunos, sin embargo, nunca me he negado a pagar mis impuestos, como todo ciudadano. Sin embargo, todo tiene un límite.

En la práctica médica, cada vez más se nos "invita" a ahorrar, ahorrar en estancia médica, ahorrar en pruebas complementarias y demás, lo cual veo hasta cierto punto razonable, igualmente, desde hace unas semanas, tenemos que lidiar con restricciones absurdas a la hora de prescribir fármacos que, a todas luces, son básicos y necesarios para los pacientes. El hecho que fármacos para el estreñimiento, algo tan necesario para octogenarios y nonagenarios, no sean cubiertos por la Seguridad Social salvo hepatopatía severa es, simple y llanamente ridículo, y como éste podemos nombrar innumerables incoherencias a las que tenemos que hacer frente día a día. Sigo sin entender como los pensionistas tienen que costearse sus medicamentos, tras una vida de trabajo el estado debería, como mínimo, proporcionarles una atención sanitaria digna, así como los fármacos para que éstos puedan llegar con cierta calidad de vida a los últimos años de su vida, y más teniendo en cuenta el recorte de pensiones que hace que muchos de éstos ciudadanos no puedan, literalmente, pagarse la medicación (hay que tener en cuenta, que muchos ancianos polimedicados pueden contar con más de 5 fármacos diferentes diarios).

Por otro lado, con la que está cayendo me sonroja escuchar frases de mis compañeros del estilo "no cobramos una mierda" o "para la responsabilidad que tengo, que poco cobro", actualmente un residente cobra un sueldo suficiente para poder vivir, sin grandes dispendios, pero para poder vivir da, lo cual, hoy por hoy es de agradecer, y quien diga lo contrario miente a sabiendas. Recordemos que la medicina es una carrera vocacional, aquellos que hayan llegado al mundo de Asclepio buscando fama o fortuna... la han cagado, aquellos que busquen dinero, deberían haber hecho otra carrera, no medicina, de hecho, personalmente, me avergüenzo de compartir profesión con semejantes individuos.

Claro, otra cosa es el futuro que se nos cierne sobre la cabeza, el paro en la sanidad asciende vertiginosamente, tras tantos años de estudio y una especialidad uno ve su futuro negro zahíno, como mano de obra cualificada que, desgraciadamente, no verá cumplidas sus expectativas laborales a no ser que se vaya al extranjero o suceda un cambio global en la economía del país que de prioridad a los servicios sociales, seamos francos... lo segundo es tan posible como que seamos una potencia mundial (bueno, en parados sí, somos una potencia mundial).

El gobierno español forma a centenares de especialistas cualificados en diversas áreas, entre ellas la medicina, anualmente, sin embargo, a la vez les cierra las puertas, obligando a emigrar a gran parte de ellos, a subsistir con contratos infames a aquellos que tienen la suerte de no estar parados entre aquellos que se quedan en nuestro país. Personalmente, me parece algo kafkiano, que junto a esto, se nos suba el IVA hasta el 21% siendo uno de los países con sueldo base más bajo de toda la comunidad europea.

¿Por qué no se elimina la burocracia de éste país, la cual está engordada hasta más no poder? ¿Por qué no se elimina gran cantidad de congresistas y/o senadores que viven a cuerpo de rey? ¿Por qué muchos nos vemos forzados indirectamente a abandonar el país? ¿Por qué dejamos que el nivel de miseria en éste país crezca exponencialmente mientras la clase política no repara en gastos? ¿Por qué tenemos que mantener una realeza que tiene su vida resuelta? Son demasiadas preguntas en mi cabeza, y no tengo respuesta.

El gobierno de Rajoy, elegido por mayoría absoluta por los ciudadanos de España (sí, aunque suene increíble, es realidad... hay gente que creyó que éste individuo no iba a recortar en servicios sociales), ha demostrado no velar por el pueblo. Personajes infames como Esperanza Aguirre han hecho mofa de los manifestantes mineros, cuya situación es insostenible, algo que debería exhortar a su partido a destinarle a limpiar el zoo de Faunia en vez de a dirigir una comunidad autónoma. El dispendio en la Comunidad Valenciana es, simplemente, increíble, una clase política corrupta que ha gastado una monstruosidad de dinero en satisfacer sus necesidades más primarias (y que, curiosamente, vuelve a salir elegida con mayoría absoluta legislatura tras legislatura). Los ejemplos son interminables.

Y ahora me pregunto yo, viendo que éstos gobiernos salen perpetuamente elegidos, ¿no tendremos la culpa los españoles de nuestros gobernantes? Con cierta ayuda de un sistema electoral injusto y desfasado, los grandes partidos se suceden, relegando a los partidos minoritarios que, nuevas cosas tienen que aportar, al ostracismo... luego, si los partidos mayoritarios han demostrado su sobrada incompetencia, quizá deberíamos otorgar un voto de confianza a partidos minoritarios para levantar de la miseria éste país.

Algo está claro, ante ésta expectativa, el pueblo debería movilizarse para elegir nuevos gobernantes, debemos movilizarnos ya que, aunque duela, hay que reconocer que no somos más que un pueblo de pusilánimes, cuya fuerza se escapa por la boca salvo en honrosos casos.

Ya se sabe, el español pontifica sobre política, pero a la hora de hacer algo para cambiarlo es inmovilista y reaccionario, ya es hora de cambiar nuestro futuro ominoso, ¿no?.